El investigador entregó una serie de recomendaciones para enfrentar eventos climáticos adversos en la ganadería, en una actividad organizada en conjunto con la coordinadora regional de grupos de transferencia tecnológica de la Fundación GTT.
En una actividad organizada en conjunto con la Fundación GTT, el investigador de INIA, Alfredo Torres, recibió a los integrantes del GTT Los Riscos.
“En las últimas semanas se ha incrementado el interés de agricultores, estudiantes y asesores por tener actividades presenciales de capacitación en INIA Remehue, en esta oportunidad nos visitaron los integrantes del GTT Los Riscos para recibir información en fertilización de praderas y estrategias para enfrentar los efectos del cambio climático en la región”, explicó Alfredo Torres, especialista en praderas y cultivos forrajeros de INIA Remehue.
En la ocasión, el investigador entregó una serie de recomendaciones para enfrentar eventos climáticos adversos en la ganadería, en una actividad organizada en conjunto con la coordinadora regional de grupos de transferencia tecnológica de la Fundación GTT, Francheska Kenigs.
En su presentación, Torres explicó que “una de las tecnologías de mayor impacto para enfrentar efectos adversos en la producción forrajera, tanto bióticos como abióticos, es la fertilización de praderas, que nos permite obtener una mayor cantidad de forraje a bajo costo”.
Añadió que “en los meses de junio y julio debemos planificar los periodos críticos del próximo año, no solo el invierno, sino que también el verano. Recordemos que, producto del cambio climático, en los últimos 10 años hemos tenido veranos secos en 8 ocasiones, por lo tanto, se debe contemplar forraje conservado, ensilaje y fardos, también para el verano, junto con sembrar cultivos suplementarios como la alfalfa, raps forrajero, chicoria y siete venas entre otros”. Por otra parte, indicó, que “para las siembras de praderas permanentes existen alternativas a la ballica perenne, como el festulolium, la festuca, pasto ovillo y bromo, las cuales producen entre un 50% y un 133% más que ballica en los meses de verano”.
Luego de la charla, los productores visitaron los ensayos de forrajeras tolerantes a sequía en la lechería robótica de INIA Remehue.