El manejo orgánico de huertos de nogales aborda prácticas tecnológicas que incluyen el manejo de la calidad, fertilidad del suelo, aplicación de abonos orgánicos, biopreparados, uso de cubiertas vegetales y...
El manejo orgánico de huertos de nogales aborda prácticas tecnológicas que incluyen el manejo de la calidad, fertilidad del suelo, aplicación de abonos orgánicos, biopreparados, uso de cubiertas vegetales y manejo de plagas a través de control biológico. (INIA).
Decididos a darle un propósito sustentable y amigable con el entorno a la producción frutícola orgánica de la región de Valparaíso, un equipo de investigadores especialistas en agroecología de INIA La Cruz trabaja sigilosamente en un proyecto que permita desarrollar el primer manual para el manejo de nueces orgánicas.
La Región de Valparaíso cuenta con un programa estratégico para fomentar la producción frutícola sustentable (PER Frutícola) por lo que a través de los resultados de esta investigación se generará un manual de manejo orgánico de nueces que va ser transferido y entregado a los agricultores, asesores, extensionistas y otros actores interesados, tal como lo plantea uno de los objetivos del proyecto. Este proyecto considera también el desarrollo de herramientas de apoyo a la toma de decisión para el manejo agronómico de nueces orgánicas.
El proyecto lleva por nombre “Desarrollo de un protocolo para la producción de nueces orgánicas”, iniciativa que es encabezada por los ingenieros agrónomos PhD, Aart Osman y Carlos Ovalle. La iniciativa cuenta con el financiamiento de la Corfo a través de concurso de “Bienes públicos estratégicos para la competitividad 2017” con aportes sobre los 100 millones de pesos y el período de ejecución es entre septiembre del 2017 y agosto del 2020.
El equipo de trabajo lo integran los profesionales Cecilia Céspedes León, Soledad Espinoza Troncoso, Viviana Barahona Leiva, Fernando Rodríguez Alvarez, Ernesto Cisternas Arancibia, Matías Quiroz Pizarro y Giovanni Lobos Lobos.
El proyecto contempla la validación y estudio de prácticas de manejo del cultivo para una producción orgánica de nueces que en su conjunto lograrán aumentar la fertilidad del suelo, sanidad de los árboles, manejar las malezas, prevenir la presencia de plagas y enfermedades y aumentar la biodiversidad.
La validación de estas prácticas se realiza en un huerto comercial, que posee más de cinco años de experiencia en el manejo orgánico del nogal. Después, el proyecto incluye una etapa de validación donde se difundirá y transferirá el conocimiento a productores interesados en la conversión a la producción orgánica.
Contempla el establecimiento de ensayos experimentales para la validación de prácticas agroecológicas como el reciclaje de nutrientes a través del compostaje y su aplicación en forma sólida y líquida.
Dentro de los ensayos se valida la liberación de enemigos naturales y otros productos que controlan las plagas. Aart Osman destaca que “la plaga del nogal más temida por productores que no conocen el manejo orgánico es la polilla de la manzana”. Las coberturas vegetales, destaca, “también contribuyen a su regulación a través de la atracción de enemigos naturales”. Aquí, explica el especialista, “la selección de las especies de plantas incluidas en las coberturas es tópico de investigación, ya que estas deben atraer los enemigos naturales y no a las plagas del cultivo”.
Los cultivos de cobertura del suelo juegan un rol clave en esta estrategia de manejo ya que fomentan la fertilidad del suelo y la regulación de plagas. Se contempla ensayos con distintas especies de leguminosas (haba, lupino, arveja, tréboles, vicia y alfalfa) y brásicas (mostaza, raps, nabo), para abastecer de forraje y grano al ganado en el caso de unidades productivas con presencia de animales. Ello, además, con el propósito de permitir la fijación de nitrógeno atmosférico contenido en los poros del suelo, transformándolo en formas químicas disponibles para las plantas.
La altura del nogal posibilita el uso de maquinaria agrícola, permitiendo la siembra o el establecimiento de praderas de leguminosas y gramíneas.
En esta iniciativa se han involucrado productores que apuntan a la sustentabilidad de la producción agrícola, la protección del medioambiente y también otros temas relacionados con el bienestar en el trabajo (seguro y eficiente); y, son los principios que rigen la producción orgánica de realizar una agricultura con bajo impacto y producción de alimentos seguros, confiables y saludables.
La tendencia hacia la alimentación saludable es cada vez mayor y los productos orgánicos son la respuesta más evidente a esta demanda. “El mercado para las nueces orgánicas es un mercado que está creciendo y se necesita más abastecimiento de productos orgánicos y especialmente nueces”. Europa, destaca el experto, “se abastece de Europa del Este y de la India donde la nuez es de menor calidad. No obstante, la nuez chilena es de mejor calidad y un producto atractivo para mercados como son Nueva Zelanda, Japón, Estados Unidos, Canadá, Corea e Italia.
Aart Osman coincide en que “cada vez el consumidor busca alimentos más sanos y amigables con el medio ambiente, por lo que muchos agricultores han cambiado su metodología de producción y buscan información en cuanto a manejos agronómicos claves que regulen la producción orgánica”. Agrega el experto que “la práctica nos demuestra que la producción de nueces es factible de forma orgánica a pesar que muchos profesionales y productores convencionales perciben inconvenientes en términos sanitarios”.