El tomate Sicilian Rouge “alto en GABA” es un tomate editado genéticamente con la técnica biotecnológica CRISPR/CAS9 y acumula el compuesto natural ácido gamma-aminobutírico (GABA), aminoácido que puede prevenir la presión alta en las personas.
Desde septiembre pasado y debido a la positiva respuesta y el gran interés de los agricultores por la variedad de tomate “Sicilian Rouge High Gaba», estos decidieron adelantar la comercialización del tomate editado genéticamente desarrollado para ayudar a prevenir y tratar la hipertensión de millones de personas.
El tomate Sicilian Rouge “alto en GABA” es un tomate editado genéticamente con la técnica biotecnológica CRISPR/CAS9 y acumula el compuesto natural ácido gamma-aminobutírico (GABA), aminoácido que puede prevenir la presión alta en las personas. El GABA en los últimos años ha atraído la atención de la comunidad científica ya que es considerado un ingrediente funcional que tiene un efecto reductor en la presión arterial y un efecto relajante para las personas que sufren esta condición de salud. Por ahora, el tomate solo se venderá en Japón, y la empresa distribuidora (Pioneer EcoScience) tiene la intención de seguir desarrollando con biotecnología nuevas variedades para el consumo humano.
En Japón los alimentos editados genéticamente se pueden comercializar gracias a un marco normativo en que se diferencian los organismos genéticamente modificados de los editados en que estos últimos no poseen ADN o material genético proveniente de otro organismo. Así, un panel de expertos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar aprobó este fruto editado con CRISPR/CAS9.
Desde 2012, cuando se desarrolló este nuevo método de edición del genoma, el cual facilita la edición y mejora genética de diferentes formas de vida, ha dado mucho que hablar, prometiendo generar un gran impacto en diversos ámbitos, como son la salud y la alimentación. Las científicas que descubrieron las bases de este método recibieron durante 2020 el Premio Nobel de Química, y desde su creación, se han obtenido distintas mejoras en vegetales y muchos de ellos podrían tener luz verde para ser producidos y ser puestos a la venta próximamente en distintas partes del mundo.
Takeshita Tatsuo, presidente de Sanatech Seed, start-up japonesa que participó en el desarrollo de esta variedad de tomate, comentó que “al principio, tuvimos reacciones encontradas a los alimentos editados genéticamente y pensamos que sería difícil llevarlos al mercado porque los consumidores no los comprenden completamente. Pero los tomates se ganaron una buena reputación entre quienes participaron en las pruebas de cultivo”.
“Efectivamente, CRISPR/Cas se ha convertido en la técnica biotecnológica más atractiva para el mejoramiento genético vegetal debido a su versatilidad, simplicidad, eficiencia, precisión, velocidad y bajos costos. Las plantas resultantes son libres de genes provenientes de otros organismos, diferenciándose de los transgénicos. Esta técnica permite obtener cambios en los genes que también ocurren en la naturaleza, pero aquí se consigue el cambio específico de interés, sin afectar otros genes, con precisión y sin azar, y en tiempos muy cortos”, comenta Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBIO.
“Así como Japón, hay otros 11 países, incluido Chile, que han implementado enfoques regulatorios que permiten su uso en la agricultura. Varios se encuentran desarrollando sus regulaciones favorables a la tecnología. Sin duda la biotecnología a través de la edición de genes aportará para poder adaptarnos a los desafíos climáticos como la sequía, a tener una agricultura más eficiente y amigable con el medio ambiente, y a producir alimentos más nutritivos. Es decir, a tener una agricultura más sostenible”, agrega Sánchez.