El 30 de agosto pasado, Quillayes anunció algo que quedará para siempre marcado en el calendario de la compañía: se fusionará con Surlat, firma chilena actualmente controlada por Kaiku, filial...
El 30 de agosto pasado, Quillayes anunció algo que quedará para siempre marcado en el calendario de la compañía: se fusionará con Surlat, firma chilena actualmente controlada por Kaiku, filial de la multinacional suiza Emmi (Diario Financiero).
Se trata de una de las decisiones más importantes en la historia de esta empresa familiar fundada a mediados del siglo pasado. Las conversaciones para llevar a cabo esta fusión empezaron tímidamente en 2018; sin embargo, los contactos formales entre las dos compañías se gestaron a inicios de 2019.
Fue en ese momento cuando Quillayes tocó la puerta de KeyCapital -empresa dedicada a las asesorías financieras- para que elaborara la estrategia de fusión de la firma.
Según trascendió, la nueva compañía llevará el nombre de Quillayes Surlat y buscará conquistar el cuarto lugar del mercado de los lácteos en el país.
Lo anterior se explicaría por las ventas de cada una de las compañías: mientras que Quillayes factura en torno a los $ 50.000 millones anuales, Surlat aporta con $ 70.000 millones en ventas netas.
“El principal potencial de la fusión de Surlat y Quillayes reside en la complementariedad de las dos compañías y sus carteras de productos: Quillayes es fuerte en el área de queso y especialidades, mientras que las fortalezas de Surlat tienden a ser la leche UHT y productos frescos sin lactosa”, detalló la empresa Emmi a Diario Financiero.
La empresa resultante de la fusión será un 51,5% de Kaiku (filial controlada por Emmi y actual dueña de Surlat) y el restante 48,5% lo tendrá Quillayes. La operación está sujeta a la aprobación de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), organismo ante el cual las empresas ya presentaron su propuesta de fusión, para el análisis respectivo. La resolución se espera para los próximos meses.
Integración de activos
La única dueña de Quillayes en la actualidad es la familia Tagle Barriga. El directorio de la empresa está compuesto por Eugenio Tagle, Margarita Barriga y sus hijos Soledad, Carolina y Eugenio; además de los directores externos Antonio Eguiguren, Carlos Budge y Andrés van Wersch.
Los detalles sobre la composición del nuevo directorio todavía no han salido a la luz. La fusión buscará potenciar ventas, generar nuevos productos y apostar por la innovación. En los próximos meses las empresas comenzarán a integrar sus activos físicos, así como también los equipos, portafolios y proveedores.
Según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), la combinación entre ambas compañías dará origen a un poder comprador de leche equivalente al 9% del mercado (3% Quillayes y 6% Surlat). En el rubro sostienen que el mejor rendimiento de Quillayes está en la producción de quesillo, la cual ocupa el segundo lugar a nivel nacional, con un 28% del mercado local.
Aunque la línea de productos de Quillayes se ha expandido con bastante rapidez en los últimos años, sus resultados de venta y producción no han conquistado lo suficiente al mercado nacional. Y ése es también uno de los objetivos de la fusión.
Una investigación de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de 2018 reflejó que la contribución de mercado de la compañía ha venido reduciéndose en algunos sectores del país. De hecho, acorde al mismo documento, la firma “disminuyó su participación de un 3% a un 1% entre 2010 y 2016” en la zona sur de Chile. Si se aprueba la fusión, Quillayes dejará atrás una larga historia de emprendimientos familiares que partieron en 1958 en Sagrada Familia.
Los quesos familiares que conquistaron Chile
“La reforma agraria y la toma del campo por afuerinos, darían un impulso inesperado al desarrollo de Quillayes”, cuenta la historia de la empresa en su sitio web. Las expropiaciones durante el gobierno de Salvador Allende a inicios de los ’70 obligaron a los fundadores de la firma a trasladar su emprendimiento a Padre Hurtado, dejando atrás su forma artesanal de hacer quesos para comenzar a producir industrialmente.
En 1975, la firma se trasladó otra vez: ahora a Calera de Tango, donde todavía permanece su producción más importante. En esos años, los integrantes de la familia Tagle Barriga se instalaban cada fin de semana a orillas de la Avenida Kennedy para vender sus productos. Fue recién en la década de los ’80 cuando empezó el despegue definitivo de esta empresa.
Poco a poco ganaron terreno en los supermercados de la capital y fidelizaron clientes con sus productos, principalmente quesos frescos. Luego comenzaron a distribuirse al resto del país. Años después, en los noventa, incursionaron en la elaboración de quesos más desconocidos para el mercado local: parmesano, edam y gruyere, entre otros.
Eugenio Tagle Barriga, hijo de los fundadores de Quillayes, es el actual gerente general de la compañía. Él ha sido el encargado de diversificar una línea de productos que actualmente tiene quesos maduros, leches vegetales, jugos naturales y diversas pastas frescas (luego del acuerdo firmado con Rana, empresa europea que ofrece productos de la gastronomía italiana).
Hoy, están en la mayoría de los locales comerciales del país y emplean a más de 400 trabajadores entre sus plantas de Calera de Tango y Victoria (La Araucanía), además de la central operacional ubicada en Santiago.