Actualmente, el equipo produce sus propios toros, inseminando al 60% del rebaño. El objetivo es llegar al 90%. Uno de los resultados más recientes proviene de la genética de Bruiser.
En la provincia de Buenos Aires, se están viendo los beneficios de usar la genética de grandes reproductores para inseminación artificial. El Establecimiento Luan-Co trabaja con la cría en la ciudad de Laprida, además de contar con un espacio destinado a la recría, ubicado en Olavarría.
La propiedad lleva más de 80 años en el mercado y es un sólido emprendimiento de la familia de Hugo Di Salvo, actual propietario. Hoy, el área de producción tiene 1.500 hectáreas, donde se realiza la cría del rodeo negro. Desde principios de la década de 2.000, el equipo comenzó a invertir en genética e inseminación artificial del ganado.
En 2017, Hugo, quien es Ingeniero Agrónomo, comenzó a evaluar las opciones y herramientas tecnológicas disponibles en el mercado. La oportunidad de participar en una visita a la sede de ABS Global en Estados Unidos y conocer de primera mano el avance tecnológico, fue uno de los factores que contribuyó a la selección de la empresa. Además, el propietario recibió indicaciones que destacaron la calidad de los servicios que ofrece la empresa.
“Me motivó un productor acá en Olavarría que se llama Eduardo Alem, que también es cliente de ABS. Él es un fanático por genética y cruzamientos, y empecé a seguir sus pasos. Él me empezó a hacer algunas indicaciones y, fuimos cruzando, usando diferentes toros. Hoy tenemos un rodeo estable, muy homogéneo, y estamos extremadamente contentos. Donde vendemos, en todos lados, quedan muy conformes con la calidad de la carne, con el rendimiento y después, lógicamente, con los ritmos de engorde”, puntúa.
El grupo también tiene una propriedad de feedlot y agricultura, formando tres explotaciones ubicadas en diferentes puntos, pero cercanas entre sí.
Actualmente, el equipo produce sus propios toros, inseminando al 60% del rebaño. El objetivo es llegar al 90%. Uno de los resultados más recientes proviene de la genética de Bruiser. La inversión en el semen del toro Angus estuvo motivada por el buen rendimiento y las características genéticas del toro. “De pronto vimos que imprimió muy bien la genética y ya hicimos el análisis de todo el genoma. Lo que mejoró mucho fue la calidad de la hembra de manera sustancial”, comenta.
Se generaron aproximadamente 250 animales a partir de la genética ABS. En mayo, el grupo participó en el primer remate en persona de Molino en Olavarría. Se expuso tanto machos como hembras, todos hijos de Bruiser. Con eso, el equipo se aseguró el segundo premio del evento.
“Los machos evolucionan en el feedlot de una manera impresionante. No he tenido ninguna dificultad con el peso al nacer. Este año, los terneros hijos de Bruiser empezaron en 212 de promedio en marzo y una tanda de destete anticipado por una cuestión de clima”, dice Hugo.
A los ojos del productor, el servicio prestado por el equipo técnico y los representantes comerciales de ABS es excelente. “Podemos ver la eficiencia en las ventas online o en las charlas de capacitación, el representante comercial, Mauro Moreno, empezó a indicarme en función a mis necesidades. Estamos muy conformes. Lo aprecio muchísimo porque además de ser buen vendedor, es muy flexible, maneja muy bien la data y atiende perfectamente las necesidades en cualquier momento”, concluye.