Experta de INIA asegura que a través de esta tecnología se pueden agregar compuestos para darle mayor valor a productos frescos y congelados. Por otra parte, sería posible lograr una...
Experta de INIA asegura que a través de esta tecnología se pueden agregar compuestos para darle mayor valor a productos frescos y congelados. Por otra parte, sería posible lograr una vida útil más larga en postcosecha al incorporar elementos que ayudan a inhibir formación de hongos o bacterias. (INIA).
En palabras simples, microencapsulación significa “tomar una parte del alimento y protegerla en una matriz, dándole una cubierta de protección frente a condiciones ambientales. Son como las cápsulas que nos tomamos en los medicamentos, donde puedes encontrar un aceite en el interior y por fuera hay una capa de gelatina. Te la tomas y el aceite viene protegido”. De esta manera, Cristina Vergara explica el concepto de microencapsulación, una tecnología que podría ser aplicada en la agroindustria para dar un valor agregado a productos frescos y congelados.
La investigadora de INIA, Ingeniero en alimentos Dra. En Nutrición y Alimentos, participó como expositora en el primer seminario internacional “Tecnologías emergentes para innovar en la Agroindustria”, donde abordó el aporte de la microencapsulación en la industria de alimentos y destacó la presencia de micoencapsulados en elementos de nuestro diario vivir. El evento se llevó a cabo en la ciudad de Curicó y fue organizado por el CET Agroindustrial de Fedefruta, el Programa Estratégico Regional (PER) Maule, el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) y el Centro de Estudios en Alimentos Procesados (CEAP).
La presentación de la experta de INIA se tituló “Microencapsulación de compuestos bioactivos: oportunidades para agregar valor a materias primas de la agroindustria”, y tuvo una buena acogida de parte de los asistentes, en su mayoría empresarios del sector agroindustrial de las regiones de O´Higgins y el Maule. Cristina Vergara considera que la microencapsulación será clave en la industria de alimentos en un futuro cercano, sobre todo por el trabajo que hoy está desarrollando INIA por acercarla a la Agroindustria.
La investigadora destaca que esta tecnología hoy está presente en diferentes productos comerciales, tanto de la industria de alimentos como de la industria farmacéutica y nutraceuticos. “Podemos encontrar microencapsulados en cosas muy básicas como la pasta de dientes y el shampoo. No las podemos ver, pero hay partículas involucradas en muchas cosas que usamos diariamente. Lo importante para nosotros como investigadores en alimentos es determinar cómo esta herramienta puede servir para incorporar valor tanto a alimentos como a materias primas”, comienza señalando.
Según la investigadora hay un sector en la industria de alimentos donde se usa la técnica de la microencapsulación, pero aún hay mucho por hacer en la Agroindustria para hacer de ella un elemento diferenciador. “En los alimentos para bebé puedes encontrar fórmulas lácteas, por ejemplo, suplementadas con aceite de pescado encapsulado. Por cierto que nadie quiere tener sabor a pescado en esos productos y por eso el aceite va microencapsulado».
«También se ve mucho en la elaboración de caramelos y de chicles. Antes uno comía un chicle y el sabor te duraba algunos minutos, pero ahora los chicles duran más y además hay de varios sabores. Comienzas masticando sabor a frutilla y luego sientes sabor a manzana, por ejemplo. Ahí hay micropartículas involucradas y en la industria de alimentos estamos viendo cada vez más nuevas aplicaciones», añade.
Ante el creciente interés de la industria en incorporar esta tecnología, el Programa Nacional de Alimentos de INIA comienza a posicionarse como un articulador para acercarla a diferentes empresas. “Podemos cooperar con distintos productores en cómo darles valor y cómo agregar estas micropartículas a su alimento o producto de exportación. El objetivo es entregar productos con alto valor lo que implica tener mayor vida útil o simplemente diversificar su cartera de productos. La microencapsulación se puede usar en un abanico amplio de aplicaciones y se ve interés de la agroindustria”, asegura la investigadora en alimentos INIA.