Programa de CONAF beneficia a dueños de predios entre las regiones de O’Higgins y Biobío. En este mismo contexto, Antonio Walker selló alianza entre CONAF y CORMA para fortalecer restablecimiento...
Programa de CONAF beneficia a dueños de predios entre las regiones de O’Higgins y Biobío. En este mismo contexto, Antonio Walker selló alianza entre CONAF y CORMA para fortalecer restablecimiento productivo de las superficies afectadas por incendios (Mundo Agropecuario).
Para apoyar a los pequeños y medianos propietarios de predios forestales y comunidades indígenas de las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío afectados por los mega incendios del año 2017, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, dio un nuevo impulso al restablecimiento de la superficie dañada por el fuego, a través del Programa de Recuperación Productiva Bosques Quemados de CONAF.
El secretario de Estado, junto al director ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, realizó el pasado viernes 12 de julio una gira por las regiones de Maule y O’Higgins para conocer en terreno la situación de los pequeños propietarios afectados por los incendios forestales.
En este mismo contexto, el ministro selló, además, la firma de un convenio de colaboración entre la Corporación Nacional Forestal y la Corporación Chilena de la Madera, suscrito por el director ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, y por el presidente de CORMA, Juan José Ugarte, quien estuvo representado por el presidente regional de CORMA Maule, Leonardo Vergara, frente a los beneficiarios del Programa Bosques Quemados.
Esta alianza pública-privada, que se extenderá durante los próximos tres años con renovación, tiene como norte trabajar para y con los pequeños propietarios damnificados por los incendios forestales, para lo cual CORMA se ha comprometido entregar a CONAF la cantidad de cuatro millones de plantas para el restablecimiento productivo y ambiental de los predios, hasta el 2022. Es así como este año se distribuirán 300 mil árboles, de los cuales 250 mil serán exóticos y 50 mil nativos.
Al respecto, el ministro Walker sostuvo que “queremos apoyar el desarrollo del sector forestal afectado por los últimos incendios forestales, por eso el programa de Reforestación Bosques Quemados tiene el objetivo recuperar aquellas superficies afectadas a partir del año 2017, entre las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío, con énfasis en predios pertenecientes a pequeños y medianos propietarios y comunidades indígenas. Además, vamos a firmar un convenio entre CONAF y CORMA para desarrollar un trabajo en conjunto en beneficio de los pequeños y medianos propietarios forestales afectados por los incendios”.
En la Región del Maule, el secretario de Estado visitó un predio de Mirilihua, sector Patacón, de la comuna de Hualañe, donde –junto con presenciar faenas de reforestación– conversó con pequeños propietarios, instándolos a implementar medidas de prevención para evitar los incendios forestales.
El Programa de Recuperación Productiva Bosques Quemados se encuentra inserto en el compromiso de Chile con la comunidad internacional en cuanto a disminuir los gases efecto invernadero con la captura de carbono. Para ello, la meta nacional al 2020 es restaurar 500.000 hectáreas de suelos degradados (400.000 ha de suelos agrícolas degradados y 100.00 ha de bosques nativos degradados a nivel nacional), proceso en el que está incluida la afectación de los incendios forestales.
Antonio Walker recordó, asimismo, el énfasis del Gobierno del presidente de la República, Sebastián Piñera, en la mitigación del calentamiento global, para lo cual Chile se comprometió a organizar durante el mes de diciembre la Cumbre de Cambio Climático COP25, demostrando una vez más el interés-país por el medio ambiente y por un planeta digno para el desarrollo humano y de las distintas especies de flora y fauna.
Por su parte, el presidente de CORMA, Juan José Ugarte, con relación al convenio firmado, expresó: “Como CORMA estamos muy comprometidos en la recuperación de la capacidad forestal del Maule, y por ello valoramos el compromiso del ministro de Agricultura y CONAF para dar un fuerte impulso a la recuperación de terrenos dañados por los incendios, a partir del trabajo colaborativo entre los sectores público y privado. Esto cobra especial relevancia en un escenario de cambio climático que vivimos hoy, donde el planeta requiere con urgencia de más árboles, ya que ellos nos otorgan una respuesta sustentable y ambiental para mitigar sus efectos”.
Luego agregó: “Como muestra concreta de este trabajo, hoy hemos firmado un convenio de donación por parte de las empresas asociadas a CORMA de cuatro millones de árboles, dando con ello un potente impulso a la plantación, en una zona que da trabajo a miles y miles de personas que laboran en los pequeños aserraderos de esta región. Ellos han puesto de pie al sector forestal chileno y es el momento de volver a mirar con esperanza este futuro basado en una nueva generación de bosques”.
En tanto que el director ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, indicó que “en la Región del Maule, durante el año 2018, se ejecutaron actividades de recuperación en 708 hectáreas, apoyando directamente a 171 propietarios; mientras que en la Región de O’Higgins se recuperaron 1.165 hectáreas, con una asistencia a 94 pequeños y medianos propietarios forestales. Estamos muy comprometidos con la recuperación de estos predios, porque sabemos que este trabajo tiene un impacto social en cuanto a que de ellos dependen económicamente muchas personas que viven de los bosques. Es decir, se trata de desarrollo humano, de mejorar la calidad de vida de los pequeños y medianos propietarios forestales”.
Posteriormente, Antonio Walker y José Manuel Rebolledo se trasladaron hasta el fundo Rucahue, en la comuna de Lolol, Región de O’Higgins. En el predio de la señora María Luisa Quiroga, las autoridades participaron en una plantación y compartieron con los beneficiarios del programa de recuperación productiva del sector.
Incendios forestales
Chile registró durante el período 2016-2017 una de las más severas temporadas de incendios forestales, con mega eventos que llegaron a afectar casi 600 mil hectáreas, concentrándose de manera mayoritaria el daño en las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío, con 477.508 hectáreas quemadas (un 84 % del total), de las cuales 270.000 correspondieron a áreas con presencia de plantaciones, principalmente de pequeños y medianos propietarios.
En dicha ocasión, la Región del Maule sufrió la afectación de 252.556 hectáreas en total, de las cuales 48.206 hectáreas fueron bosques de pequeños y medianos propietarios. En tanto que la Región de O’Higgins registró 105.542 hectáreas dañadas, siendo 26.665 hectáreas de bosques de pequeños y medianos propietarios.
Por último, de las 477.508 hectáreas afectadas entre las regiones de O’Higgins y Biobío, 341.516 hectáreas fueron de superficie forestal, distribuidas en 274.149 hectáreas de plantaciones y 67.368 de bosques nativos.