los lecheros reclaman una “reacción” de la industria láctea luego que los precios internacionales alcanzaron máximos históricos en ocho años.
El presidente de Fedeleche, aseguró que las alzas anunciadas son insuficientes. “Hoy la leche que producimos los productores vale más y esto debe ser reconocido como tal por las empresas».
Una creciente preocupación existente en los productores lecheros, por el rápido estancamiento de los márgenes en un escenario de incremento sostenido de los costos y un alza de los precios de la leche a nivel nacional, que está lejos de compensarlo y de reflejar los valores internacionales.
En este sentido, los lecheros reclaman una “reacción” de la industria láctea luego que los precios internacionales alcanzaron máximos históricos en ocho años, según informa Diario La Discusión.
Por ello, el presidente de Fedeleche, Marcos Winkler, aseguró que las alzas anunciadas son insuficientes. “Hoy la leche que producimos los productores vale más y esto debe ser reconocido como tal por las empresas”, expresó.
Situación Actual
En enero de 2022, el precio real a productor (en pesos de febrero de 2022) promedió los $326,3 por litro de leche, lo que representó una variación interanual de 4,6%.
“La inflación es otra preocupación clave, y por eso a pesar del mayor precio nominal de la leche, ahora las utilidades, los resultados son mucho menores”, aclaró Winkler.
Todo lo anterior se refleja en una importante caída de la producción nacional a partir de enero de 2022 y las perspectivas tampoco se ven muy auspiciosas. “Si la industria no quiere seguir perdiendo leche, y utilizar su capacidad instalada de procesamiento haciendo justamente eso, procesar leche, debe reaccionar, fomentando nuestra capacidad productiva, con precios al productor que hagan sostenible la producción de leche”, manifestó el líder gremial.
En enero de 2022, la recepción acumulada de leche alcanzó los 210,4 millones de litros, anotando una fuerte caída de 5,6% respecto a igual mes de 2021.
Realidad regional
En la región de Ñuble, la recepción en enero totalizó 4,7 millones de litros, exhibiendo un aumento interanual de 6,4%, sin embargo, la preocupación entre los ganaderos locales es la misma frente al alza de los costos y el impacto de la sequía.
Guillermo Petermann, presidente de Aproleche Ñuble, explicó que “hay un escenario este año y el anterior, que es muy diferente a un año normal, con una tormenta perfecta en que se van conjugando un montón de escenarios muy malos para los agricultores. Uno de ellos es evidente, que es la sequía, que hace que tú pases de producir con elementos propios (alimento) a tener que comprar más de lo normal, porque lo que tenías para el invierno lo empiezas a consumir mucho antes, pero también te obliga a hacer inversiones en un momento en que no deberías hacer inversiones, para asegurar el agua de bebida -no de riego- para los animales”.
En Ñuble, a diferencia de lo que ocurre al sur, las lecherías producen leche todo el año, no cierran en invierno, lo que es más caro.
El dirigente sostuvo que “hay un contexto súper fuerte de alza de insumos que agrava todo el panorama de la sequía, que es el alza de la soya, del maíz grano, de la urea y todos los alimentos que uno compra para producir leche de buena calidad, que vienen mostrando un alza de la mano de la pandemia, porque en todos lados hubo protocolos que encarecieron los costos a nivel mundial, hay una presión inflacionaria muy fuerte porque estos productos no se producen en Chile, salvo el maíz grano, pero que está indexado a precios internacionales. La soya, que viene de fuera; la urea, que se produce en Chile, pero también se importa; son todos productos que los lecheros importamos y que están subiendo este año sobre lo que ya subieron durante la pandemia. Siguen los protocolos, siguen los problemas con los fletes internacionales y ahora se agrega el tema del petróleo”.
“Aunque hay alzas -continuó Petermann-, y hay que reconocerlo, de hecho, la pauta de Watt’s ha subido tres veces en lo que va del año, no tiene la magnitud de los precios que están subiendo, entonces, uno está con una incertidumbre, porque se está ajustando todo con tu caja. Entonces, el llamado es para que la industria vea las alzas que se están produciendo, y que se van a seguir produciendo, y ajuste los precios como corresponde, porque si no, después viene la pregunta ¿por qué no hay lecherías en Ñuble? ¿Por qué hay que traer la leche de otros lados? Éstas son las respuestas”.
El presidente de Aproleche Ñuble, hizo énfasis en la estrechez que estos factores provocan. “Cuando tú ves que están subiendo los precios de los insumos, pero también tienes la sequía, entonces, tú tienes un escenario en que te baja la producción dentro del campo, porque las vacas no hacen magia, y también te suben los costos dentro del campo, como los insumos y la mano de obra, y en ese sentido, uno está mucho más estrecho”, indicó.
Detalló que “en enero subieron $16, y a contar del 15 de marzo lo subieron otros $16. A contar del 1 de abril empieza el bono de invierno, que para Watts son $25. Yo creo que este bono de invierno y la corrección del precio del 15 de marzo debieran haber sido ambos a partir del 1 de marzo, porque toda la sequía se arrastró desde enero”.
En cuanto a la producción, Petermann estimó que, producto de la sequía, se produciría una caída entre 5% y 10% de la producción entre los lecheros de Ñuble. La sequía redujo la disponibilidad de agua para el riego de cultivos y praderas que son utilizados para la alimentación del ganado, razón por la que se reduce también la disponibilidad de contar con forraje propio dentro del campo. “En mi campo, por ejemplo, yo estaba acostumbrado a sacar dos cortes de pasto, pero pude sacar solo uno, porque el segundo corte se da después del 15 de enero y ahí ya no tenía agua”.
Fuente: Diario La discusión