Las declaraciones las dio en el marco de la III Cumbre Tecnológica Frutícola “Desarrollo y Tendencias en la Fruticultura Chile”, organizada por el Ministerio de Economía, a través de Corfo,...
Las declaraciones las dio en el marco de la III Cumbre Tecnológica Frutícola “Desarrollo y Tendencias en la Fruticultura Chile”, organizada por el Ministerio de Economía, a través de Corfo, y en la que INIA tuvo un importante rol (Mundo Agropecuario).
“Tenemos la convicción de que es imperativo continuar fortaleciendo la competitividad de la fruticultura chilena. Para ello, es fundamental incorporar la ciencia y tecnología en la creación de valor, reducir las amenazas a la preservación de nuestro patrimonio fitosanitario y del recurso hídrico, sofisticar la oferta exportable de alimentos y por supuesto abrirnos a nuevas formas de comercialización”. Con esas palabras el Subsecretario de Agricultura, Alfonso Vargas, dio inicio a la III Cumbre Tecnológica Frutícola: Desarrollo y Tendencias en la Fruticultura Chile, en la que destacó de manera muy especial el trabajo realizado, en torno al mejoramiento genético de variedades, por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), entidad vinculada al Ministerio de Agricultura.
En ese sentido, la autoridad dijo que el Programa de Mejoramiento Genético para el Desarrollo de Nuevas Variedades de Uva de Mesa, ejecutado por INIA, “es muestra perfecta de lo beneficioso que es incorporar tecnología e innovación en la fruticultura”.
Además, agregó que “los programas de mejoramiento genético representan grandes ventajas para el país, ya que selecciona sus cultivares en las condiciones agroclimáticas de Chile. De esta forma, al adoptar variedades INIA, un productor chileno reduce la incertidumbre sobre el desempeño de las mismas, ya que han sido probadas por varias temporadas y vienen con programas de manejo ajustados a las condiciones climáticas de su localidad. La adopción de nuevas variedades de uva de mesa es una tendencia que ya se ha instalado en el país. Maylen es un caso exitoso y se espera que las dos nuevas variedades que espera generar este programa también lo sean”.
Otro caso de éxito mencionado por el Subsecretario Vargas fue el Programa de Mejoramiento Genético de Cerezo, ejecutado por INIA. Su objetivo es la obtención de variedades chilenas de cereza, dando énfasis al desarrollo de variedades con adaptación a las condiciones de regiones con bajo requerimiento de frío, como son las regiones de Valparaíso y Coquimbo. En los ocho años de ejecución, INIA ya posee 23 selecciones primarias y las tres primeras selecciones intermedias, para encontrar entre ellas una posible variedad. Cabe señalar que, en el mundo, el tiempo requerido para obtener una variedad es de, al menos, 24 años.
“Ambos ejemplos dan cuenta de los desafíos tecnológicos que cada vez están más fuertemente ligados al cambio climático; por ejemplo, enfrentando desafíos climáticos que la especie no tenía en los lugares de origen. Por eso, en el marco de III Cumbre Tecnológica Frutícola “Desarrollo y Tendencias en la Fruticultura Chile”, organizada por Corfo, agradecemos, su apoyo durante años para financiar iniciativas que nos permitan estar a la vanguardia de la producción mundial”, especificó.
Desafíos en fruticultura
La fruticultura nacional ha experimentado una fuerte expansión en los últimos años, transformándose en uno de los motores más importantes de nuestra economía, con exportaciones por 6.500 millones de dólares, a través de 350 mil hectáreas plantadas, que producen 5 millones de toneladas de fruta fresca, las que exportamos a más de 140 países.
“En la actualidad Chile es uno de los más importantes abastecedores de fruta en los mercados internacionales, lo que nos debe llevar a reflexionar constantemente sobre cómo mantener y aumentar ese liderazgo, y actuar con una mirada estratégica de futuro. Hoy el mundo enfrenta grandes desafíos: los efectos del cambio climático, las nuevas exigencias de mercados y consumidores cada vez más exigentes y sofisticados, nos invitan a seguir el camino de diversificar e innovar la canasta exportadora y las regiones productivas, para mejorar la diferenciación de nuestros productos nacionales y aumentar su valor”, detalló el Subsecretario de Agricultura.