La iniciativa busca reducir las emisiones de metano de rumiantes con este suplemento en su alimentación proveniente de las costas chilenas.
El cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son una preocupación mundial en el que la agricultura y la ganadería juegan un importante rol, especialmente por las emisiones de metano asociadas a los procesos digestivos de los rumiantes. Con el objetivo de reducir estos impactos, diversos estudios han demostrado que incorporar algas marinas en la dieta de los animales puede disminuir la producción de estos gases.
Un innovador proyecto, impulsado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), dependiente del Ministerio de Agricultura, y liderado por la Universidad Santo Tomás (UST), busca reducir las emisiones de metano en rumiantes mediante la incorporación de algas marinas chilenas en su dieta.
Las algas, especialmente las especies rojas y pardas, contienen compuestos halogenados y florotaninos que, al ser incorporados en la dieta de los animales, reducen las emisiones de metano en el rumen. En particular, el bromoformo, que es un compuesto halogenado presente en algunas algas, actúa sobre los microorganismos metanogénicos, reduciendo la producción de este gas de forma significativa.
La iniciativa cuenta con la colaboración de Aproleche Osorno, Agrollanquihue, FuturoCoop y la empresa Seaweed Export Company (SECO), y tiene un plazo de ejecución estimado de cuatro años.
Francine Brossard, directora ejecutiva de la agencia FIA (Fundación para la Innovación Agraria), expresó que «este proyecto refleja el compromiso de FIA con la innovación y la sostenibilidad del sector silvoagropecuario, integrando las características de productos marinos, como las algas rojas y pardas, en soluciones concretas para mitigar el cambio climático. Al reducir las emisiones de metano en la ganadería con el uso de estas algas marinas chilenas, estamos impulsando un modelo productivo más responsable y alineado con los desafíos ambientales globales.»
En Chile, se han identificado algas rojas con potencial antimetanogénico en la zona norte, desde la región de Antofagasta hasta la de Valparaíso. Tras dos años de investigación, los resultados han sido muy prometedores: los ensayos de laboratorio demostraron una reducción de hasta un 99 % en las emisiones de metano. Actualmente, se están llevando a cabo pruebas en vacas lecheras para evaluar el comportamiento de consumo de estas combinaciones de algas, con resultados iniciales positivos.
Equipo de investigación
El equipo de investigación del proyecto, encabezado por las médicas veterinarias e investigadoras de la UST María Paz Marín y Pabla Morales, junto al ingeniero Jorge Muñoz y la Dra. Marcela Ávila, bióloga marina y directora del Centro de Investigación CAPIA de la UST, se muestra optimista respecto al potencial de esta iniciativa para promover la sostenibilidad del sector ganadero y contribuir a la mitigación del cambio climático.
La Dra. Ávila señala que «Chile tiene un tremendo potencial de estudio en macroalgas, con unas 400 especies de algas bentónicas, de las cuales solo 14 se utilizan comercialmente. Este proyecto abre la posibilidad de desarrollar un cultivo sostenible de algas para reducir la emisión de metano, beneficiando tanto al sector ganadero como al medio ambiente».
Sostenibilidad país
Por su parte, Marcos Winkler, presidente de Fedeleche y Aproleche Osorno, destacó que la iniciativa tiene como objetivo no solo reducir las emisiones de metano, sino también demostrar que los lecheros pueden desempeñar un papel activo en la reducción de estas emisiones y la captura de carbono, contribuyendo a la sostenibilidad del país.
El proyecto reúne a organismos públicos y privados, fomentando la colaboración entre academia y sector productivo por la sostenibilidad y la salud del planeta, al que recientemente, se incorporó el Instituto de Investigación Agropecuaria INIA Remehue, con el Dr. Ignacio Beltrán, quien investiga el uso de algas marinas en la dieta de rumiantes, complementando esta iniciativa.
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