Productores trabajan bajo la atenta mirada y evaluación de investigadora y un grupo de profesionales (Mundo Agropecuario-USM). Seis meses de ejecución lleva el proyecto “Agricultura microbiológica del tomate” liderado por...
Productores trabajan bajo la atenta mirada y evaluación de investigadora y un grupo de profesionales (Mundo Agropecuario-USM).
Seis meses de ejecución lleva el proyecto “Agricultura microbiológica del tomate” liderado por el Centro de Biotecnología y Departamento de Química de la Universidad Técnica Federico Santa María, junto a la empresa Mavida y que tendrá su ceremonia de lanzamiento el próximo 27 de marzo en la comuna de Limache.
Son ocho productores de Limache y Quillota los que están trabajando junto al equipo de profesionales liderados por la investigadora de la USM, Dra. Marcela Carvajal, los que ya han tenido los primeros resultados tras la aplicación de los diversos tratamientos orgánicos para conocer información útil sobre cómo varía la microbiota y obtener un mejor cultivo.
“Nuestro objetivo principal es poder evaluar la microbiota de distintos tipos de suelo en presencia de distintos tratamientos y manejos agronómicos, dependiendo de los campos que se evalúan. Los productores trabajan cada uno con manejos distintos, y cada tres meses evaluamos los resultados de la aplicación de los tratamientos. Ya nos estamos haciendo una idea de los tipos de suelo a los cuales nos enfrentamos, en cuanto a la microbiología presente en ellos y ahora podremos armar este puzzle con las tomas de muestras”, señaló Marcela Carvajal.
El proyecto es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad otorgado por el Gobierno Regional de Valparaíso en el año 2017 (Código BIP n°40004866) y el equipo de profesionales lo componen el Prof. Dr. Michael Seeger, investigador y académico del Departamento de Química; Alejandra Vergara y Paulina Vega, como asistentes científicos; Fernando Dorta, de apoyo académico; Alexis Velásquez, estudiante de doctorado en Biotecnología; y Makarena Olivares, tesista de pre grado de Ingeniería Civil Química.
La académica explica que “ya tenemos un primer muestreo y ahora tomaremos el segundo, donde evaluamos parámetros físico-químicos y microbiológicos. Cuando ya tengamos la panorámica, podremos hacer el análisis estadístico que nos permitirá relacionar los tratamientos orgánicos y los cambios en parámetros productivos durante la cosecha. La idea es promover un cambio cultural que tienda al uso de tratamientos orgánicos. La mayoría de los productores ha demostrado interés y muchos ya aplican tratamientos orgánicos para mejorar sus suelos pero se desconocen sus beneficios desde un punto de vista cuantitativo y medido científicamente. Este proyecto les entregará la información cuantificada que, hasta ahora, no existe. Ellos podrán saber si mejora el producto, con un cultivo más sano, más resistente a ciertas plagas, a los cambios climáticos, entre otros”.
Con ellos, también, participa la empresa Mavida, la cual se dedica a entregar soluciones integrales para mejorar la productividad y la calidad de vida de las personas relacionadas con el trabajo agrícola. La gerente de Mavida, Pamela Lienlaf, especialista en producción orgánica y agroecológica, expresó que “para nosotros es muy importante la participación en este proyecto, nos permitirá validar científicamente las prácticas que estamos usando. En terreno ya hemos podido ver los beneficios del uso que estas prácticas tienen en la productividad, en la calidad de los suelos y el beneficio ambiental que conllevan, pero nos falta la información científica para que el agricultor sepa cómo evoluciona la biología de sus suelos y también para poder masificar este tipo de prácticas en la zona. Estamos comprometidos con que nuestra Región de Valparaíso sea un punto de producción de alimentos sanos”.