Columna de opinión: Noemí Zúñiga, Gerente del CET Agroindustrial Hace unas semanas, supimos del retiro del comercio por parte del Ministerio de Salud de productos alimenticios en polvo, utilizados como...
Columna de opinión: Noemí Zúñiga, Gerente del CET Agroindustrial
Hace unas semanas, supimos del retiro del comercio por parte del Ministerio de Salud de productos alimenticios en polvo, utilizados como suplementos energéticos nutricionales por personas con diabetes u otras enfermedades, debido a la presencia de partículas metálicas en el interior de los envases, un problema que podría levantar una alerta para quienes trabajamos en inocuidad alimentaria en la agroindustria.
Los sistemas de inocuidad alimentaria no son sistemas rígidos, al contrario, están en constante movimiento, ya que todo el tiempo la aparición de nuevos peligros en nuestro país o en cualquier parte del mundo, nos debe llevar a reanalizar nuestro sistema y verificar cómo estamos controlando estos peligros, y si pudiera existir la posibilidad de caer en algún incumplimiento normativo o pérdida de inocuidad en nuestros procesos y/o productos.
Nuestra agroindustria hoy cuenta con una serie de avances tecnológicos para complementar los sistemas de inocuidad alimentaria, pero ninguno de ellos trabaja por sí solo, son siempre colaboraciones. El primer paso es hacer un análisis de peligro, saber qué tan vulnerables somos ante ciertos peligros, y utilizar la tecnología en nuestro beneficio para garantizar la inocuidad de nuestros productos.
En este sentido, se hace imprescindible volver a las bases de todos los sistemas de inocuidad alimentaria. Es decir, lo primero que debe hacer una empresa es analizar y reanalizar sus Buenas Prácticas de Manufactura o Buenas Prácticas Agrícolas. La revisión de nuestras instalaciones constantemente, la capacitación de nuestros trabajadores, la entrega de información adecuada a nuestros colaboradores sobre los riesgos de cada uno de nuestros procesos, se hace indispensable.
Este caso nos hace repensar que lo que ocurre en otras industrias también pudiese afectarnos a nosotros, por lo que debemos estar atentos con toda la información que ocurre en la industria de alimentos, y levantar alertas para rechequear nuestros análisis de riesgo.
En el Centro de Extensionismo Tecnológico Agroindustrial asesoramos y acompañamos a las empresas de la agroindustria en los sistemas de inocuidad e implementación de BPM y BPA. Nos hemos formado como equipo en BPM y BPA, tenemos una fuerte formación en FSMA, hemos fortalecido nuestras capacidades internas para poder entregar a nuestras empresas estas metodologías o sistemas de análisis de riesgo, donde cualquier pérdida de inocuidad pudiese generar desde una enfermedad simple originada por el alimento, hasta la muerte.
Nos hemos enfocado muchísimo en generar grandes procedimientos e instructivos para satisfacer estándares de inocuidad, pero nos hemos olvidado de fortalecer nuestras bases. En ambos, la capacitación y entrenamiento del personal en cosas tan simples como el lavado de manos es tan importante.