Es una labor de vigilancia sanitaria en el ámbito vegetal que tiene como objetivo la detección oportuna de estas plagas que están catalogadas como cuarentenarias ausentes en el caso de Ceratitis capitata o bajo control oficial en el caso de Lobesia botrana
Durante el mes de octubre, el SAG de la Región de Los Lagos comenzó con la instalación de trampas para el monitoreo de la polilla del racimo de la vid, Lobesia botrana, y también de la mosca de la fruta, principalmente Ceratitis capitata conocida como mosca mediterránea de la fruta.
Cada temporada el SAG define una ruta de instalación de trampas para estos insectos. Es una labor de vigilancia sanitaria en el ámbito vegetal que tiene como objetivo la detección oportuna de estas plagas que están catalogadas como cuarentenarias ausentes en el caso de Ceratitis capitata o bajo control oficial en el caso de Lobesia botrana”, acotó Eduardo Monreal, director regional del SAG.
“La mosca mediterránea de la fruta es una plaga que no está presente en Chile, es cuarentenaria, y en caso de detectarse afectaría gravemente las exportaciones de fruta, ya que los principales mercados a los cuales nosotros enviamos producto tienen fuertes restricciones para dicha especie. Por esa razón, el SAG, a nivel país, tiene más de 10 mil trampas instaladas, las cuales cubren áreas urbanas y productivas, y para el caso de la región de Los Lagos, esta temporada instalaremos 190 trampas entre las comunas de Osorno y Puerto Montt” agregó Monreal.
Cabe indicar que este sistema de monitoreo estará operativo hasta abril próximo, período que, en la zona, existen temperaturas adecuadas para el desarrollo de estas moscas, en caso de ingresar al país. La ruta de trampas es revisada en intervalos de 10 a 15 días por inspectores del SAG que están entrenados en el reconocimiento de esta especie.
Polilla del racimo de la vid
“Por otro lado, Lobesia botrana, también es una plaga importante para Chile, no obstante, a diferencia de la mosca de la fruta, ésta si ha tenido introducciones en diferentes partes del país, razón por la cual el SAG mantiene un control oficial en todo el país para evitar la diseminación de la plaga hacia áreas en que no está presente. Esto significa una serie de esfuerzos que nosotros como Servicio realizamos, en conjunto con el sector privado, que están orientados a controlar la plaga”, sostuvo el director regional del SAG.
A nivel nacional hay más de 22 mil trampas instaladas para detectar oportunamente a la polilla del racimo de la vid; y a nivel regional, en la presente temporada se instalarán 270 trampas que estarán ubicadas entre las comunas de Osorno y Chiloé.
“Estos dispositivos (las trampas) se basan principalmente en la técnica de feromonas, vale decir, es hormona sexual que se utiliza como atrayente para los machos de esta especie y permiten la detección temprana en caso de que ingrese un ejemplar, proveniente de otras regiones. El Programa de Control Oficial de Lobesia botrana cuenta con varias líneas de acción tendientes a la erradicación o contención de la plaga en diferentes zonas del país y una de ellas es el monitoreo a través de trampas. Debido a la importancia del rubro productivo nacional de vid, ya sea de mesa o vinífera, son múltiples las localidades entre Atacama y la región de La Araucanía, donde dicho control debe realizarse en forma activa, en un trabajo que involucra esfuerzos del sector público y privado”, puntualizó Monreal.
La polilla del racimo de la vid es originaria de Europa, ataca preferentemente a la especie vid y su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos de las viñas y parronales. Otros hospederos de la plaga son arándanos, ciruelos y cerezos, por lo que en la región de Los Lagos las trampas se instalan en huertos comerciales y de autoconsumo de estas especies, y en lugares de acopio de fruta como ferias y fruterías.
El director regional del SAG hizo un llamado a la comunidad a permitir el acceso de los inspectores del SAG a los huertos y a las áreas urbanas donde se instalan las trampas. “Nuestros inspectores van a estar debidamente identificados. Por otra parte, las trampas no contienen plaguicidas ni afectan al árbol en que se encuentra instalada, por lo que se solicita a la comunidad que las cuide y no las destruyan, ya que cumplen un rol fundamental en la protección de frutales y permite mantener el estatus sanitario de nuestro país que es exportador de fruta fresca a diferentes mercados”.
El Seremi de Agricultura Eduardo Winkler señaló que el buen estatus sanitario que posee el país debido a la ausencia y al buen control de algunas plagas es un patrimonio que debemos cuidar. “La comercialización y producción de fruta fresca se sustenta en esta condición que tenemos como país y en la región de Los Lagos, donde vienen creciendo sostenidamente la actividad frutícola, estamos redoblando esfuerzos para mantener la sanidad de nuestros huertos y seguir produciendo fruta de excelente calidad”.