En la principal fruta exportada del país, afectada por la guerra comercial, urge el recambio varietal. Empresas esperan mejorar la condición fitosanitaria del país, incluso a través del aporte de...
En la principal fruta exportada del país, afectada por la guerra comercial, urge el recambio varietal. Empresas esperan mejorar la condición fitosanitaria del país, incluso a través del aporte de recursos privados. Lamentaron que Chile haya perdido terreno frente a competidores como Perú (EMOL.com).
Las exportaciones de frutas totalizaron el año pasado un monto de US$ 5.939 millones, según datos del Servicio Nacional de Aduanas, cifra que representó un incremento de 11% en comparación con los US$ 5.344 millones de 2017.
Lo anterior, pese a las turbulencias que aquejan al mundo -como la guerra comercial entre Estados Unidos y China- que ha afectado de manera indirecta a Chile. Ejemplo de ello es el alza de los aranceles a las nueces chilenas en India, uno de los mercados con mayor potencial para dicho fruto seco local.
Si bien recién está comenzando 2019, las perspectivas de los productores, exportadores y dirigentes del sector frutícola son optimistas para 2019. Ejemplo de ello fue el positivo arranque que tuvieron los embarques de cerezas este año.
El presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta (Asoex), Ronald Bown, destacó que el volumen de los envíos de cerezas será muy similar al récord de 186 mil toneladas de la campaña anterior, que generó ventas por unos US$ 1.100 millones. “La gran diferencia es que ahora habrá un promedio de precios mejor que en la anterior. Eso significa que hemos tenido una buena distribución de los envíos y una calidad estable de la fruta”, recalcó el dirigente gremial.
El timonel de la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta), Jorge Valenzuela, coincidió con Bown y aseguró que “por los granizos del año pasado calculamos pérdidas de US$ 100 millones en cerezas. Sin embargo, es una cifra que no se verá del todo reflejada en los balances finales del año, ya que, al mismo tiempo, entrarán volúmenes de producción de hectáreas que comenzaron sus cosechas comerciales en la presente campaña”.
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía, también destacó el crecimiento que han tenido los embarques de cerezas, que poco a poco comienzan a acercarse a las ventas de la principal especie frutícola de exportación: la uva de mesa.
Ariztía subrayó el alza que han logrado los avellanos europeos y los arándanos, aunque lamentó los inconvenientes que ha tenido la nuez en India, debido a los efectos indirectos de la guerra comercial. “Es algo complejo, porque prácticamente cierra un importante destino para las nueces chilenas. Además, es lamentable, porque el alza de los aranceles es un efecto indirecto de la guerra comercial”, dijo el líder de la SNA. Eso sí, subrayó el buen momento que están atravesando las avellanas europeas, una especie que ha tenido un boom en los últimos años.
En cuanto a las especies con más obstáculos, Bown comentó que el panorama es complejo para la uva de mesa, especie que en la temporada pasada tuvo una comercialización de US$ 1.437 millones y que ha ido en caída libre en las últimas cinco campañas. “La guerra comercial ha afectado a la uva de mesa, porque los estadounidenses no han podido exportar su producción a China, lo que ha generado un mayor stock durante nuestra temporada. También hemos tenido complicaciones con el recambio de las variedades antiguas de uva de mesa. Eso significa que nuestra competencia -Perú y las variedades tardías de Estados Unidos- han motivado una situación ingrata para la uva de mesa chilena”, manifestó el dirigente de Asoex.
Para Valenzuela, de Fedefruta, “el desafío es ejecutar programas de guarda para nuestra fruta tardía o de media estación, con el fin de exportar lo más tarde posible y encontrarnos con un mercado más despejado”.
A su vez, Ricardo Ariztía planteó que los cítricos pueden ser una alternativa viable para proceder al recambio de las variedades más antiguas de uva de mesa, las que no están siendo valorizadas adecuadamente en los mercados externos. “Poco a poco será necesario ir incorporando nuevas variedades de uvas que sean más cotizadas en el extranjero o incorporar cultivos como cítricos, que parecen ser una alternativa a evaluar”, resaltó el timonel de la SNA.
Advertencias
El presidente de Asoex planteó que uno de los desafíos para la industria frutícola local es que Chile nuevamente sea considerado como una isla fitosanitaria, activo relevante que se fue perdiendo en los últimos años. “Hoy en nuestra fruta tenemos que utilizar mecanismos que otros países no usan previo a la entrada al mercado norteamericano y eso significa una disminución de nuestras posibilidades”, lamentó Bown.
Además, lamentó que Perú solo demora un año en que una nueva variedad sea introducida y aprobada, en circunstancias de que Chile tarda tres años en promedio. Agregó que “el tema fitosanitario es tan importante que hemos presentado un proyecto a las autoridades para que podamos contribuir con fondos privados en todo el modelo de protección con el fin de que Chile vuelva a ser considerado como isla fitosanitaria”.