La capacitación relativa al cultivo de hortalizas de fruto bajo invernadero, forma parte de las actividades comprometidas por el Programa INIA GORE:
Cumpliendo las medidas sanitarias indicadas por el MINSAL, en contexto de COVID 19, se realizó un taller con agricultores en el sector Las Mariposas de la comuna de Victoria.
La capacitación relativa al cultivo de hortalizas de fruto bajo invernadero, forma parte de las actividades comprometidas por el Programa INIA GORE: Incorporación de una nueva fuente de disponibilidad hídrica en zonas de rezago de La Araucanía, a través de la implementación de Módulos Tecnológicos EPA: Energía, Producción y Agua, que ejecuta INIA Carillanca. El taller estuvo concentrado en tomate, pepino y poroto, a cargo de la asesora privada Pilar Díaz y la investigadora de INIA, Gabriela Chahín.
Cabe indicar que el período de primavera permite iniciar el cultivo de diversas especies hortícolas para ser cosechadas en su mayoría en el período de primavera- verano. Es el caso de hortalizas de hoja, como lechuga, espinaca, cilantro y acelga; de fruto como pepino y tomate, y cosecha de vainas verdes como poroto verde. Todas estas especies requieren de mayor temperatura y luminosidad para su desarrollo, y de un aspecto vital que es el riego. En este último punto, el trabajo que se desarrolla con el programa y los módulos EPA ha sido importante para los agricultores. “Es de suma importancia recordar que los módulos demostrativos de cosecha de aguas lluvia tienen como objetivo el autoconsumo de hortalizas frescas, por lo que se debe lograr un balance en las especies a establecer. Este balance tiene que ver con el consumo de parte del grupo familiar y con los requerimientos de consumo de agua para el cultivo de las mismas. No se debe olvidar que las hortalizas son principalmente agua, por lo que es fundamental el riego para su cultivo”, comenta Chahín.
Dada la gran variedad de especies hortícolas, también existe variedad de manejos agronómicos que se deben realizar antes, durante y después del cultivo. Algunos manejos son transversales a todas las especies hortícolas, riego, fertilización, control de malezas, los que deben ajustarse dependiendo de la especie variedad y época de cultivo. Durante el taller, uno de los temas analizados fue la poda en tomate y pepino, que se realiza para optimizar la producción de la planta, concentrando la producción en la guía central o principal.
Recomendaciones en tomate y pepino
Para el caso de poda en tomate y pepino, la especialista Pilar Díaz entregó algunas recomendaciones como: eliminar hojas basales en los primeros 20 cm de la planta, y de manera progresiva aquellas hojas y guías laterales a medida que la planta crece. “En tomate, siempre se debe dejar una cantidad importante de hojas, las que hacen eficiente el funcionamiento de la planta. Además, la poda se realiza con tijeras desinfectadas con cloro cada vez que son utilizadas para mantener la sanidad y no transmitir enfermedades. Recalcar que no se debe eliminar racimos florales, la ubicación es entre nudos o entre hojas, normalmente los racimos florales trae entre 6 a 8 flores, las que una vez polinizados dan origen a los frutos. Para el caso de pepino, la poda es similar, solo que el pepino no tiene racimos florales, y las flores femeninas vienen separadas de las masculinas, éstas se ubican también en las axilas de las hojas, por lo que al retirar los brotes axilares se debe tener mayor cuidado para no eliminarlas. La poda se realiza periódicamente durante todo el período de producción de las plantas, finalmente el tallo va quedando libre de hojas y frutos a medida que la planta crece”, explica Díaz.
Finalmente y respecto a la cosecha, en pepino se realiza cuando los frutos tienen un largo aproximado de 20 a 25 cm, la superficie no debe estar lisa sino levemente rugosa, aún deben estar marcadas las espinas y en la punta no deben estar amarillas las estrías que nacen de la flor seca. En tomate, se efectúa cuando el fruto ha alcanzado un color rojo intenso y al tacto esta firme pero no duro. Dependiendo de la variedad y el tipo de tomate, algunos pueden ser cosechados cuando están “pintones”, es decir, comenzando a adquirir color.
Porotos verdes
En el caso del cultivo de porotos de guía dentro del invernadero, un buen sistema de conducción es con malla Hortonova, lo que permitirá que la planta trepe libremente por la malla y emita guías laterales. Finalmente la malla se transformará en un muro verde, cargado de porotos, los que pueden llegar en producción hasta inicios del invierno si son bien manejados. “Por lo tanto, se recomienda que al llegar las guías al punto más alto de la malla, devolverlas hacia abajo entretejiéndolas, nunca cortar. No dejar porotos pasados o maduros en la planta, ya que ésta deja de florecer y comienza a secarse, porque con ello la planta reconoce que ha cumplido su ciclo de vida y se preocupa de producir semilla para reproducirse. Mientras la planta se mantenga en cosecha permanente, retirando todas las vainas, seguirá floreciendo y produciendo. Recordar finalmente que las plantas son seres vivos y por lo tanto requieren de agua y nutrientes para permanecer en producción, por ello no se debe descuidar el control de malezas, riego y fertilizar frecuentemente en dosis pequeñas, idealmente una vez por semana”, puntualizó la especialista.