El equipo formado por ambas instituciones consiguió rescatar dos especies de semillas que son reconocidas como el tradicional fruto de la V Región, el que llamaron “Tomate Limachino Antiguo” y...
El equipo formado por ambas instituciones consiguió rescatar dos especies de semillas que son reconocidas como el tradicional fruto de la V Región, el que llamaron “Tomate Limachino Antiguo” y hoy se produce en Limache y Olmué (Mundo Agropecuario).
Después de haber desaparecido por 35 años del mercado nacional, el tomate limachino regresa a los platos de los chilenos gracias a un proyecto impulsado por la Universidad Técnica Federico Santa María.
Esta iniciativa está liderada por el académico Raúl Fuentes, del Departamento de Industrias de la USM, y el investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Dr. Juan Pablo Martínez. Después de trabajar junto a especialistas en agronomía y productores locales de Limache y Olmué, el proyecto se encuentra en sus etapas finales de comercialización del fruto, más precisamente en la etapa de ampliación del mercado hacia Santiago y otras regiones del país.
El renacer de este producto ícono y tradicional de la V Región comenzó en 2014, con un llamado de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (en inglés FAO), para el rescate del patrimonio agrario alrededor del mundo. Con este propósito, los investigadores ganaron en 2015 un concurso de la Fundación de Innovación Agraria (FIA) en Chile, que permitió dar inicio a su proyecto.
La USM ha tomado liderazgo en las áreas de eficiencia, desarrollo y comercialización del producto, manejando también la obtención de marcas y certificados otorgados por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI). INIA, por su parte, está a cargo de la parte técnico-agrícola y el manejo agronómico en el proyecto.
Como primera etapa, el equipo de trabajo se dedicó a buscar la semilla del tomate limachino de antaño en bancos chilenos, estadounidenses y las reservas de los productores locales. Ahí lograron rescatar dos de tres especies de semillas reconocidas como el fruto original de antaño: un tomate de apariencia arrugada y de aroma y sabor especiales.
Posteriormente, se comenzó a producir este fruto en Limache y Olmué, formando una agrupación de productores del tomate limachino original, al que llamaron “Tomate Limachino Antiguo” para diferenciarlo en el mercado.
Mayor alcance del Tomate Limachino
“El producto ya se comercializa y ahora estamos pasando a la etapa de masificación”, explicó el profesor Fuentes. “Poco a poco se está expandiendo el mercado del tomate limachino, pero falta oferta, porque son productores pequeños, donde el predio más grande tiene dos hectáreas”, señaló.
De acuerdo con Fuentes, para dar continuidad a este proyecto es necesario proteger a los productores locales. “La única forma de hacerlo es en base a las certificaciones que entrega INAPI”.
“Estamos en proceso de obtener dos marcas registradas asociadas al tomate limachino, ‘Tomate Limachino Antiguo’, tema liderado por la USM y el INIA y donde ha ayudado mucho la Oficina de Transferencia Tecnológica y Licenciamiento (OTTL)”, expresó el académico. “Después de esto, planeamos obtener el sello de denominación de origen en su más alto nivel”.
El desafío pendiente en el proyecto es aumentar la llegada del Tomate Limachino Antiguo a regiones de los extremos más norte y sur del país. Para esto, el equipo de trabajo buscará aumentar la calidad por cosecha del fruto, que actualmente tiene muy poca duración una vez recolectado.
“Estamos buscando financiamiento para resolver esto con tecnología más avanzada, a través de fondos competitivos más complejos. La tecnología para hacerlo es cara, y la única forma en la que creemos que será posible es a través de herramientas provenientes de la biotecnología”, sostuvo Fuentes.